vivienda autosuficiente inspirada en la planta aloe ferox



Inspirado en la planta aloe ferox, la cubierta de este edificio se engrosa para almacenar el agua de lluvia, que posteriormente se utiliza como aire acondicionado natural.

El desierto del Karoo, situado al sur de Sudáfrica es una zona árida donde las lluvias son escasas (no superan los 500 mm al año). Sin embargo, alberga la flora más rica del mundo de plantas llamadas suculentas o crasas. Estas plantas engrosan su raíz, tallo u hojas para almacenar agua y sobrevivir así en entornos áridos y secos. El aloe vera es un ejemplo de ellas.

Con el fin de proteger este gran espacio natural, de dar a conocer, estudiar y difundir la biodiversidad de la zona se ha creado el Karoo Wilderness Center, un centro de estudio y observación de la naturaleza, diseñado por el estudio de arquitectura Field Architecture (fA). Ellos señalan que “Nuestro objetivo es diseñar entornos sostenibles, en lugar de sólo edificios sostenibles. La integración de los sistemas pasivos, la eficiencia energética, la gestión del agua, calidad del aire, y la optimización de materiales y recursos, son intrínsecos a cada diseño, y su objetivo es inculcar en el edificio la esencia de los elementos que hacen que cada lugar sea único”.

Tras un análisis en profundidad de la geografía, la hidrología y la botánica de la zona, los arquitectos han diseñado un edificio autosuficiente en relación al agua, que genera su propia energía y gestiona sus residuos.

El Centro dispone de zonas de estar, servicio de comedor, biblioteca, sala de conferencias, teatro y habitaciones para los visitantes interesados en la conservación de los recursos naturales. Todo ello se distribuye en tres pabellones conectados por terrazas, escaleras y pasos al aire libre con impresionantes vistas al paisaje árido del desierto.

El elemento singular de este edificio es sin duda, la cubierta. Siguiendo el ejemplo de las hojas de la planta de Aloe Ferox local, los arquitectos han creado una serie de techos en forma de cuenco donde se recoge y se almacena el agua de lluvia. El agua almacenada es una masa disipadora del calor que impide, durante el día, que éste penetre en el interior del edificio. Las formas del techo estimulan el flujo de aire a través de cada uno de los tres pabellones. Durante la noche cuando bajan las temperaturas, la masa de agua se enfría desprendiendo calor radiante. De este modo, al día siguiente su masa térmica puede absorber más calor.

El agua almacenada en la cubierta también es utilizada como aire acondicionado natural en verano. Al evaporarse, proporciona la refrigeración por evaporación del edificio. Y en invierno esta misma instalación forma parte de un sistema hidráulico de calefacción a través de un suelo radiante.

La parte superior de las cubiertas está revestida con paneles fotovoltaicos que generan toda la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento del edificio. Las aguas residuales se procesan y también se reutilizan.

Los materiales utilizados son de origen local. El hormigón producido en la zona da a los muros una textura y un color que se integra en el paisaje y su disposición se confunde con los estratos de la geología de la zona. Las ondulaciones de la parte inferior de sus techos realizadas con listones de madera evocan los techos de las casas vernáculas de la región y reflejan las ondulaciones del paisaje.





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